Mi nombre es Douglas Alberto Guerra y tengo 3 años como miembro de CTUL. Llevo 15 años como trabajador de construcción en el área de drywall y vivo en Brooklyn Park, MN con mi familia.
El robo de salario es el problema más grande que existe en la industria construcción. Los trabajadores de construcción necesitamos un sistema donde los patrones estén obligados a pagar a sus trabajadores para que esto no pase.
Tengo varias experiencias con el robo de salario en la industria de construcción. El primero fue hace 4 años donde hicimos unos trabajos para un señor. Con ese tratamos recuperar nuestros salarios con la ayuda de CTUL pero nunca encontramos la dirección del señor entonces no se pudo hacer nada. Me quedó debiendo más de 7 mil dólares.
Otra experiencia que tuve con el robo de salario ocurrió directamente con un dueño de casa. Me acusó de haber dañado su portón. Después dijo que nos iba a regalar unos sofás viejos que tenía como compensación. Le dije “No, no necesito un sofá, necesito dinero para pagarle a la gente y para pagar mis cuentas”.
En mi caso de robo de salario, pusimos un “lien” en el sitio de construcción y fuimos a corte de conciliación para tratar de recuperarlo. Después de muchos intentos de contactar al contratista, volvimos a llamar y dijo “No sé quién eres” y colgó. Los trabajadores no deberían necesitar hacer todo esto para recibir nuestro salario justo.
Es un problema común en la construcción porque no existe un sistema de rendición de cuentas entre los trabajadores y los de arriba. No estamos priorizados en el sistema que fue establecido por los contratistas y desarrolladores. Queremos estar protegidos.
Durante la pandemia, los trabajadores de la construcción prácticamente nunca dejaron de trabajar. Siempre había trabajo y los desarrolladores ganaban mucho dinero porque la mayor parte del dinero era para ellos. Escuché que el precio de las casas está aumentando mucho en este momento. El precio de las casas sube pero los salarios se mantienen igual. ¿A dónde va el dinero? Bancos o desarrolladores. Los trabajadores más esenciales casi no ven ese dinero.

Ahora mismo en la industria de la construcción hay un sistema donde los desarrolladores exigen el trabajo más barato posible. Afecta a todos los trabajadores porque hay muchos contratistas que presionan a los trabajadores para que hagan el trabajo por menos de la mitad del costo del trabajo. Muchas empresas buscan mano de obra cada vez más barata y, a veces, el trabajo no es de alta calidad. Esto puede ser peligroso porque los desarrolladores quieren mano de obra más barata y terminan construyendo casas que tal vez no son seguras para que viva la gente.
Cuando las empresas exigen costos laborales cada vez más baratos, los contratistas no reciben un pago suficiente, los trabajadores se ven presionados a hacer el trabajo lo más rápido posible por el salario más bajo posible y, en última instancia, las viviendas no se construyen con la mejor calidad. Es un sistema que perjudica tanto al trabajador como a los inquilinos de la casa o edificio.
Como miembro del comité de construcción de CTUL, estamos trabajando en varios proyectos para poner fin al robo de salarios en la industria y construir un nuevo sistema que sea más justo para algunos de los trabajadores más esenciales de nuestras comunidades. Hacemos un llamado a los desarrolladores para que firmen un programa de monitoreo independiente que garantiza las protecciones básicas para los trabajadores a través del Consejo de Normas para la Construcción de la Dignidad y el Respeto (BDC)